jueves, 2 de junio de 2011

El cuerpo femenino, ¿Un un accesorio más?

El cuerpo femenino siempre ha sido algo que la mujer adapta a lo que quiere la sociedad o la religión. Antes era fuente de pecado, algo malo que se tenía que tapar, esconder o castigar. Como las monjas que se flagelaban. Hoy en día la mujer trata a su cuerpo como si fuera un accesorio más, un bolso o una camiseta y lo modifica en el gimnasio, con cirugía plástica o a través de enfermedades como la bulimia o la anorexia. La mujer históricamente ha vivido su cuerpo desde fuera. Como si fuera algo que no le pertenece sino un medio para satisfacer el hombre o la sociedad,pariendo hijos. Muy pocas mujeres viven su cuerpo como medio de expresión y como algo que les pertenece totalmente. La mujer de hoy parece emancipada pero no lo es. Es una esclava de su cuerpo. Sea ella occidental o árabe. La única diferencia es la forma de usar este cuerpo. Mientras la mujer árabe musulmana tiene que tapar su cuerpo y esconder su sensualidad, fuente de tentación para los hombres. Como las cristianas de antes. La mujer occidental es una esclava de su sensualidad. Aunque hubo el ’68, las revoluciones feministas, no ha cambiado mucho desde este punto de vista. A lo mejor hay más derechos sobre papel pero a una mujer se le exige que antes que todo sea bonita. Una vez escuche una frase que me hizo reflexionar que decía así “Una mujer fea es como si no existiera”. Así que lo primero que la sociedad le exige a una mujer es que sea bonita y lo demás no importa. Una mujer fea, que no ejerce su sensualidad, viene tachada de lesbiana o estrecha. Hay muchos avances tecnológicos, muchos cambios sociales pero hombre y mujer siguen siendo educados de forma distinta. La mujer tiene que ser dulce y amable, nunca negar favores y ser generosa, mientras el hombre puede ser un fuerte individualista que se dedica a conseguir sus objetivos.
La mujer sigue siendo pagada menos y si es una mujer de éxito tiene que elegir si tener una familia o una profesión. Además es casi inaceptable que envejezca. Una mujer vieja ya no es nada, mientras un hombre que se hace viejo tiene cada vez mas encanto. Así que no obstante todos los avances tecnológicos, no ha cambiado mucho, sino que la mujer tiene cada vez más responsabilidades físicas y morales. Sobre no se le permite a su cuerpo no ser objeto de admiración, es algo que casi ni las mujeres perdonan a una mujer.

3 comentarios:

  1. EL CUERPO FEMENINO EN LA MODERNIDAD

    En una primer instancia el título de, el cuerpo femenino en la posmodernidad, me llevó a una idea pretenciosa y dizque teorizante sobre la composición informe propia de los cuerpos (materia), y como es que adquiere su forma en lo definido como lo femenino o masculino. Sin embargo como hace ya algún tiempo soy participe del bien aprovechado cuerpo masculino, quiero confesarme como quasi ignorante sobre lo referente al cuerpo femenino, un espectador que convive cuerpo a cuerpo (masculino y femenino) en la modernidad.
    Desde una corta edad la enseñanza y el aprendizaje de lo masculino definió y marco mi vida, haciéndome una clara idea del mundo, creo, anterior a la adquisición de una conciencia de genero, como masculino frente a lo femenino, identificando lo femenino como lo delicado, lo apreciable, lo estético, lo hermoso, tan diferente a lo rudimentario y quasi humano de lo masculino en relación a lo femenino. Sin embargo voces en diferentes ondas replican cada vez como más fuerza y casi al unísono, sobre todo en una conferencia sobre derechos e igualdad de la mujer, o equidad de genero. Que, más pareciese que lo femenino, se separa de todo aquello que Leonardo, miguel ángel, Rembrandt imaginaron, ya en alguna ocasión por medio de ese tipo de ideas alguna feminista trasnochada, me acusó de ser probable causal de que se le apuntara con un arma por esta forma de pensar. Sin embargo considero que existe una confusión, entre el cuerpo femenino en la modernidad con un hembrismo en la modernidad, pareciese, pues, que va lo femenino y el cuerpo de ambos sexos, en un discurso propio de una modernidad --por demás desencantada--en donde difícilmente cada cual cumple la función que integre y provea bases para las siguientes generaciones, una falsa idea donde la certeza, pierde su significado mismo que a lo largo del ultimo siglo y en lo que va de este, se desvaneció con el tiempo, mientras las bebíamos con una Coca Cola, viendo Family Guy.
    Considero que la posición del cuerpo al igual que el rumbo del mundo se nos presenta en un estado de incertidumbre, sin definición, sin una esencia real. El cuerpo como la identidad están rebasados por la misma descomposición en que nos encontramos imbuidos, victimas confusas de un orden aparente e individualistamente cooperativo.
    El cuerpo ha dejado de diferenciarse, más que en aquellos formalismo e institucionales; es el objeto un bien de intercambio, de compra y venta (donde lo masculino y lo femenino, es algo parecido como una Jeep y un Challenger) o un Hermenegildo y un Chanel. Un objeto funcional, productivo, eficiente, y actualizable, mientras pervive aquella sobra inmiscuida entre los souvenirs del sujeto que en algún momento fue muso o musa inspiradora subjetiva de la belleza. Convirtiéndose pues, en un proceso de consumo, que se consume a sí mismo, mientras representa un papel propio de las necesidades y exigencias que se esperan del producto humano con ansía a ser comprado y consumido, encontrándose ya lista la siguiente tendencia, la siguiente moda, aún a costa de propio aniquilamiento del cuerpo femenino y masculino.

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  2. Más no es un imperativo ser mujer, para entrar en el círculo del cliché de la belleza... cualquier hombre puede tornarse invisible si no es "el guapo" "el macho" " el seductor". La relatividad de la belleza es el único flotador que salva a los "disque feos" porque a veces la particularidad de un gesto o una facción hacen de un rostro una imágen hermosa como en las películas de Lars Von Trier o los cuadros de Goya... Así cualquier invisible ser puede brillar con unas cuantas palabras, una mirada o una sonrisa.

    Niña: ese pelo se cae

    Niña: ese pelo se cae
    y esas pupilas se enturbian
    y esos labios palidecen
    y esas mejillas se arrugan;
    esos dientes se carían,
    ese alto seno se enjuta,
    esas espaldas se encorvan
    y esa frente se deslustra.
    Las manos blancas y tersas
    tórnanse ásperas y duras;
    los pies se tuercen, la carne
    se ablanda y pierde su albura.
    Por eso nunca te alegres
    de ser bella; porque nunca
    las hermosas han dejado
    de tornarse, al fin... en brujas.
    Y además, de una vez sabe
    que toda humana hermosura,
    no es más... no es más que un bocado
    que va al vientre de las tumbas.

    Julio Flores


    Entonces el real encanto va más allá de la humanísima "belleza" retiniana, aunque es innegable que a veces las sedas y los pintalabios ayudan pero solo hacen un 10% del trabajo a veces un 20% pero de ahi no pasan...

    Saludos, me encanta lo que escriben espero leerles más en vacaciones.

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  3. Gracias Lyz por tu bonito poema :)
    P.d. A mi tmb me gustan las pelis de Lars Von Trier :)

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