sábado, 30 de julio de 2011

Historias de canciones, canciones con historia

I will hold the candle, till it burns up my arm, I'll keep takin' punches, until their will grows tired, I will stare the sun down, until my eyes go blind.. Hey I won't change direction, and I won't change my mind




Quizá la música sea, de entre todas las artes, la más necesaria para los seres humanos. Independientemente de los gustos personales, todos necesitamos escuchar ritmos y melodías para ser felices, mas la música constituye no sólo una necesidad sino una forma de experimentar nuestras vidas, a través de ella fijamos recuerdos, revivimos historias, creamos ambientes o imaginamos lo que podría ser...

Ciertas canciones son, además, una especie de espejo en el que sentimos reflejarnos, o bien la ventana a través de la cual vemos a otros, asociamos a la canción una historia, una persona... “¡Mi canción!” gritamos con alegría cuando la escuchamos sorpresivamente, o bien, nos ponemos melancólicos cuando escuchamos “la canción” de alguien que extrañamos...Pero el vínculo jamás es casual, pues no sólo es imposible desvincular las canciones a las personas con quienes las hemos asociado, además hay una razón por la cual las evocamos, bien podría decir el dicho “Dime qué canción te identifica y te diré quién eres”...
Nunca una canción es suficiente para nosotros, pues tal como la vida se construye por muchas experiencias, nosotros nos identificamos con múltiples canciones, con muchos y variados recuerdos de quienes han pasado por nuestras vidas o los lugares que frecuentamos, ya sea la canción que nos dedicaron alguna vez o la que siempre ponían en el lugar que frecuentábamos; cada canción es una historia, nuestra vida está hecha de canciones.

Posiblemente dependerá del gusto personal el tipo de música que sentimos nos define, sin embargo, algunas canciones tienen el poder de hacernos vibrar por su letra y su beat; por ejemplo, en una etapa específica de la vida podemos sentir más propia una rola por encima de otras, y como en la vida todo cambia, a veces también lo hacen las canciones.

En cierto sentido, algunas canciones se vuelven himnos de generaciones enteras, otras son sólo lugares comunes por su popularidad, mas hay unas que se sienten el alma más allá de la época y la generación...No imagino los sesenta y setenta sin el sonido de The Who, de Joplin, de The Doors, los Rolling o los Beatles...no imagino el mundo “under” sin el Ziggy Stardust de Bowie, sin Velvet Underground e Iggy Pop a finales de los setenta...no imagino los ochenta sin Depeche ni los noventa sin Pearl Jam o el Seattle sound... No imagino el mundo sin música, ni a los seres humanos sin canciones, pues cada una de ellas es una historia para alguien, o bien cuenta su historia.



Cada época tiene sus himnos, cada persona es una canción...

I know I was born and I know that I’ll die...The in between is mine, I am mine











Al final, todo se trata de canciones...

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