jueves, 20 de marzo de 2014

La figurina de la mujer emancipada

La idea de la mujer se ha transformado como pocas al pasar de las revoluciones ideológicas del siglo pasado, no obstante "lo femenino" se ha mantenido intacto, oculto y embotellado en forma de tabú. Parecería que la idea misma de la emancipación de la mujer junto con  los animales y las plantas, la posiciona en uno de los grupos vulnerables formados por quienes "necesitan ser rescatados". Encontrarle un lugar, un valor, una posición conceptual "libre y correcta" en la mente de la sociedad moderna me parece una pretensión demasiado restrictiva y vacía del tipo: "las mujeres con hiyab son oprimidas, las mujeres con bauletto luois vuitton son libres..." o aún peor, "las mujeres con bauletto luois vuitton son tan oprimidas como las que usan hiyab, sólo aquellas que no se depilan se han emancipado..."
Tener una independencia económica, laboral, intelectual, es un recorrido de vida para hombres y mujeres por igual, no sucede en un día y no es una meta alcanzable y permanente, ni ellos, ni nosotras, podemos serlo y/o tenerlo todo por todo el tiempo, pero las expectativas que se han generado respecto a este camino de independencia y realización social son aplastantes, en el caso de las mujeres se espera que sean mamás, profesionistas, parejas, atractivas, responsables, independientes, administradores de casa, que vayan al gym y sepan cocinar, que tengan tiempo para trabajar, viajar, organizar la vida en familia,  ir al café con las amigas, visitar a los abuelos, enamorar a la pareja y cuidar la salud, presencia y educación de los hijos, todo en tacones 12 y siendo ecológicas y ahorrativas. ¿no era más fácil si sólo esperaban que supieran planchar y cocinar?, lo que nos dejó el feminismo no es necesariamente deseable, no somos superwoman, nadie lo es y quizás nadie desea realmente serlo. 

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Simplemente hermoso, dijiste en pocas palabras todo lo que se tiene que decir!! Me encantáste!

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  3. Creo que lo importante no es lo que se -espere de una mujer emancipada-, sino que cualquier persona tenga opciones de decidir qué es lo que quiere hacer, incluso si esa decisión es -cocinar y planchar -.
    En lo personal, de toda la lista aquí mencionada, esa opción es la que me parece la más complicada y quizá por eso sea que no la elegí. Lejos de pensar en la teoría de género.
    Yo tampoco soy feminista y no lo soy por el hecho de que aceptar esta categoría es también aceptar sus complejos, que en mi vida y en mi casa simplemente no existieron.
    Muy buenas aportaciones chicas. Gracias!

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