miércoles, 8 de junio de 2011

El secreto a voces sobre el misterio de la mujer

En una primer instancia el título de, el cuerpo femenino en la posmodernidad, me llevó a una idea por demás pretenciosa y dizque teorizante sobre la composición informe propia de los cuerpos (materia), y como es que adquiere su forma a partir de lo definido como, lo femenino o lo masculino. Sin embargo como hace ya algún tiempo soy participe del bien aprovechado cuerpo masculino, quiero confesarme como un quasi ignorante sobre lo referente al cuerpo femenino, un espectador que convive cuerpo a cuerpo (masculino y femenino) en la modernidad.
Desde una corta edad la enseñanza y el aprendizaje de lo masculino definió y marcó mi vida haciéndome una clara idea del mundo, creo, anterior a la adquisición de una conciencia de genero, como masculino frente a lo femenino, siendo lo femenino todo aquello que se relacionara con lo delicado, lo apreciable, lo estético, lo hermoso, tan diferente a lo rudimentario, quasi humano, bajo la idea de las tres F, en donde el hombre es FEO, FUERTE, y FORMAL.
El tiempo, ha cobrado la factura una vez más a la mujer, en donde no es dueña de su gusto ni de la voluntad para presentarse como mejor le parezca;en su mayoría esclava de modas, de un juicio masculino que es tan estricto sobre lo que se espera de la mujer. Hace tiempo platicando me contaron sobre cual es el secreto para hacer a una mujer felíz; algo que por lo regular nosotros los chicos de marte nos preguntamos frecuentemente, a veces pensamos que con regalos, viajes, joyas, etc., nos quebramos la cabeza buscando el alfa y omega que nos revele el misterio no tan oculto de la mujer, y siendo honesto, la respuesta a el secreto para hacer felíz a una mujer, ni siquiera lo imaginé, era inconciente aún poseyendo un respeto y admiración absoluto por la fuerza que se necesita para imponerse a un mundo que en muchas ocaciones desconoce todo lo que hacen para que este mundo funcione. y ese secreto fué la libertad de decidir sobre su vida, soobre su cuerpo, y sobre sus sueños. Este recuerdo quise compartirlo con ustedes por que, de muchas formas se define como debe ser el cuerpo femenino, con matices y definiciones que varían al tiempo, sin embargo aún conservo la esperanza de que ese cuerpo les pertenezca, reconociendo esa identidad de lo femenino, no dependiente bajo las espectativas masculinas, y más aun que en esta epoca donde valemos por como nos vendemos algún día corramos en sentido contrario sobrepasando la posmo tan de moda, donde los cuerpos pierdan su valor cambiario, reconociendonos como sujetos de carne y hueso.

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