Por: Kristina Velfu
Aunque este fenómeno era claramente reconocible. Un ESNOB siempre con opiniones superficiales y acotadas a lugares comúnes, utilizaba palabras que no entendía y citaba autores que no había leído; también es cierto que el concepto fué utilizado de manera convenenciera por circulos intelectuales para excluir a algún personaje incómodo o incluso para lanzar primero el adjetivo antes de ser descubierto como verdadero ESNOB.
Por lo tanto el significado de ESNOB es un continuo entre lo falso y lo verdadero. El concepto en sí mismo es un juicio de valor, es decir, una cateogoría estable que permite reaccionar ante la incomodidad de "el otro".
Hay que reconocer que el ESNOB siempre fué el nexo comunicante entre la cultura popular y la alta cultura.
Ahora, de frente al elogio de la multiculturalidad, los esfuerzos titánicos de la democracia directa, lo politicamente correcto y la posmodernidad líquida, el calificativo ESNOB es practicamente obsoleto. Es de esos significantes que se han quedado guardados hasta nuevo aviso y que son utilizados por nostálgicos del mundo polarizado. En la posmodernidad las tribus urbanas y segmentaciones ideológicas son todas tratadas de legítimas. Nada esta mal y nada esta bien dentro del relativismo posmoderno. Siempre se observa con esta actitud de dejar hacer y dejar pasar, de ser tolerante con las diferencias y de considerar que todos somos iguales siempre y cuando tengamos las mismas oportunidades.
El término ESNOB ha caido en desuso y con crisis severa de significado. Es avasallado por los wannabe, los pijos o fresas, los culturetas, los gafa pasta, los perroflauta, los padro, los forever, los hipster,...
Con infinidad de matices dignos de la versatilidad que brinda el mundo globalizado.
No estoy segura de que un fresa sea aquiparable a un esnob...hay fresas que lo son sin querer, por el lugar donde nacieron y las escuelas en que se formaron...en cambio los esnob fingen ser quien son, no son naturales...los fresas...pues son sólo eso, fresas
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