Sobre la maternidad o grazie bambolina...

Nunca se está lista para la maternidad, o por lo menos yo, en todas las posibles versiones de mí... nunca habría estado lista. Son los bebés quienes vienen con paciencia y capacidades para lidiar con padres primerizos, es un mito escandaloso y occidental eso de que es mejor ser mamá a los 28 que a los 18, cuando nace un bebé se necesita tanta energía y creatividad... que más vale que suceda mientras aún se tiene disposición para pasar la mayor parte del tiempo jugando.
La vida se transforma, todo tiene nuevo valor y significado, se redescubren los colores, los sonidos, los sabores, las costumbres, las miradas, el tiempo. Es "natural y difícil" (como diría la Glantz), uno pasa 9 meses con todos los achaques del mundo para volverse sensible ante las cosas más mínimas, las parteras del mundo dicen que las mujeres, el cuerpo de las mujeres, guarda misteriosamente una memoria ancestral para gestar y dar vida... es cierto, a base de poesía y dolor uno termina abandonando la lógica y encarnando dicho misterio. 

Es muy bonito eso de ser mamá, pero estoy convencida de que no es explicable, ni siquiera es deseable en la medida justa antes de serlo, es decir... uno puede imaginar cuanta ternura y belleza existe en el evento, pero la experiencia te lleva a una especie de felicidad muy nueva, muy única, muy lejana de todo lo que se prueba con otros roles y satisfacciones del mundo.