Si acaso usted que nos lee no es un moderno, y tampoco es un no-moderno, y se encuentra interesado en semejante transfiguración, a continuación encontrará una lista de pequeñas contradicciones que le permitirán devenir moderno en unos cuantos pasos:
- Es primordial que se considere a sí mismo, ante todo, un individuo. Las colectividades son pegajosas y nublan la razón.
- La racionalidad es deseable, la sensibilidad duele y complica, opte siempre por la primera; siempre siempre: placer antes que dolor y acumulación antes que desgaste.
- Haga de su tiempo un relato lineal, de ser posible, haga dinero. Deambule de día y duerma de noche, hay algo llamado "fines de semana", salga.
- Anhele hacia el pasado, sea Vintage! pero asegurese de tener siempre lo más nuevo.
- Todos sus deseos pueden tener un trasfondo de exigencia democrática: ¡que se pudran todos!, que se vayan todos, para todos todo...
- Acuda puntual a las rebajas de verano y de invierno, pero sobre todo, jure no deprimirse los domingos.
- Nunca hable de muerte, vísceras, vejes o cosas no asepticas ni empaquetadas en celofán, los modernos sólo aceptamos la mitad de la vida, esa mitad en la que podemos consumir sin ser consumidos.
- Signifique, pero no sacralice, eso hace siglos que pasó de moda.
- Quéjese, las quejas ante su experiencia del mundo son un gran indicador de modernidad.
;), excelente, yo añadiría: -Procure que las relaciones al interior de su grupo social estén dentro del marco de la legitimidad que brinda el Estado (leyes e institucionalidad), y no en el ámbito pre-moderno de las tradiciones" , saludos.
ResponderEliminar-Vivimos en un estado terapéutico, los encargados de contratar personal son psicólogos, los asesores de indviduos y comunidades que no pertenecen a la Iglesia son psicólogos...si eso le genera conflicto...Acuda a terapia.
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