MERIDIANO COLECTIVO: De París al Hotel París

Por: Kristina Velfu
@velfu

Complicado es definir "la clase" sin salir de lo políticamente correcto. En esta era de la democracia está prácticamente prohibido segmentar a la sociedad (¡Pobres sociólogos!).

Aunque en conversaciones "en corto", y quizá con lenguajes -matizados- , aún los más demócratas e incluyentes terminan siendo clasistas...

En fechas recientes el INEGI, Instituto Nacional de Estadística y Geografía en México, realizó un estudio sobre clases sociales en nuestro país. Desmintió aquella idea de que México es un país clase mediero y como "dardo envenenado" lanzó la premisa de que en realidad somos de clase "baja". Eso sí, especificó que ser de clase baja no significa, necesariamente, ser pobre...

Controversiales resultados para exponerlos en plena era de la tolerancia. Sin embargo desacreditar un estudio de riguroso método tiene que ser pensado dos veces.

Los umbrales para definir "la clase", según INEGI están basados en los siguientes puntos:

Instrucción,
Posición e inserción laboral y
Acceso a la propiedad

El estudio especifica que la clase baja puede ser más propensa a la pobreza, pero que la pobreza, más que constituir una clase social en sí misma, es una condición que puede presentarse con mayor probabilidad en esta clase social.

Con todo lo complejo que puede parecer un estudio de estos, acota la pobreza al ingreso-gasto, mientras que la clase está condicionada algo más bien difícil de explicar, pero fácil de distinguir.

Queda claro, entonces que la clase no tiene que ver con lo amplio de tu sueldo, lo gordo de tu crédito o tu capacidad de consumo. No tiene que ver con el ingreso económico.

-La case vs la vulgaridad-, pueden definirse en términos de estética, de símbolo y sobre todo de código.

Y con toda claridad se puede entender de la siguiente manera:

PARIS TIENE CLASE...